lunes, 16 de noviembre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
viernes, 2 de octubre de 2009
martes, 22 de septiembre de 2009
domingo, 6 de septiembre de 2009
EL CUERPO RECICLADO
La representación social del cuerpo ha sufrido una mutación, y la llegada de ese nuevo imaginario social del cuerpo produce el narcisismo. El cuerpo ha perdido su estado de materialidad muda en beneficio de su identificación con el ser-sujeto, con la persona.
El miedo moderno a envejecer y morir es parte del neo-narcisismo: el desinterés por las generaciones futuras intensifica la angustia de la muerte. Es el proceso de personalización que al evacuar cualquier posición trascendente genera una existencia puramente actual. El individuo pasa a enfrentar a su condición mortal sin ningún apoyo trascendente.
En cuanto a la personalización del cuerpo, el permanecer joven y no envejecer es el mismo absoluto de reciclaje. El cuerpo psicológico ha sustituido al cuerpo objetivo, para el narcisismo se trata de hacer existir el cuerpo por sí mismo, estimular su autorreflexividad, reconquistar la interioridad del cuerpo. Estamos inmersos en una cultura de la personalidad a condición de precisar que el propio cuerpo se convierte en sujeto y debe situarse en la órbita de la liberación.
Simultáneamente a una función de personalización, el narcisismo cumple una misión de normalización del cuerpo: el interés febril que tenemos por el cuerpo no es “libre” ya que obedece a imperativos sociales como la línea y la forma. El cuerpo se convierte en un espacio flotante que queda en manos de la movilidad social.
La moda invade nuevas esferas dentro de todas las capas sociales, y todos los grupos de edad. La moda es celebrada, y provoca el reflejo crítico antes que el estudio objetivo, la moda son siempre los demás.
La versatilidad de la moda encuentra su lugar y su verdad última en la existencia de las rivalidades de clase, en las luchas de competencia por el prestigio que enfrentan a las diferentes capas y fracciones del cuerpo social. La moda se ha convertido en un vacío de pasiones y de compromisos teóricos, el caprichoso reino de la fantasía no ha conseguido provocar más que la pobreza y la monotonía del concepto.
La moda, insignificante, furtiva y contradictoria; Se convierte en una institución excepcional, altamente problemática, una realidad socio-histórica característica de la modernidad. La moda es vista como una salida del mundo de la tradición, como la negación del pasado, la fiebre de las novedades, la celebración del presente social.
En la era de la moda los valores y las significaciones culturales modernas, realzan lo nuevo y la expresión de la individualidad humana, y comienzan a desempeñar un papel preponderante.
Se intenta comprender el auge de la moda en las sociedades contemporáneas, el lugar central que ocupa en las democracias comprometidas con la vía del consumo y la comunicación de masas. La moda se puede ver como un sentido “fashion” o como la moda en sus múltiples elementos, de los objetos industriales a la cultura mediática, de la publicidad a las ideologías, de la información a lo social, etc. y sólo se justifica por el lugar nuevo que ocupa a modo de estructura.
La seducción y lo efímero se han convertido en el principio que organiza la vida colectiva moderna; una sociedad dominada por la frivolidad. Este auge de la seducción ha aniquilado la cultura. La moda se presenta como el agente por excelencia de la espiral individualista y de la consolidación de las sociedades liberales. Los ciudadanos se sienten poco interesados por la cosa pública, en todas partes predomina la desmotivación y la indiferencia hacia la política.
Las democracias liberadas de hoy en día, adictas al cambio para bien o para mal, plantean una de las paradojas de nuestra sociedad es que cuanto mas se despliega la seducción, mas tienden las conciencias a lo real, cuanto más gana lo efímero, mas estables son las democracias. En el presente nos encontramos en una era que funciona con la información, con la seducción de lo nuevo, con la tolerancia y la movilidad de opiniones prepara los trofeos del futuro (si la sabemos aprovechar). Encontramos una doble opinión sobre nuestro destino: pesimismo del presente, optimismo del futuro.
La cultura mediática se ha convertido en una máquina destructora de la razón y pensamiento; Se previno que la cultura, publicidad y diversión industrializada manipulan y estandarizan las conciencias. También se previno que la cultura “listo-para-consumir” fue un instrumento que reduciría la capacidad de usar la razón de forma crítica. Dentro del reino de la moda: el ocio, la fugacidad de imágenes, la seducción distraída de los mass media, solo pueden desestructurar el espíritu. El consumo es superficial, vuelve infantiles a las masas, el rock es violento, no verbal, acaba con la razón; Las industrias culturales están estereotipadas, la televisión embrutece a los individuos y fabrica gente “descerebrada”. Lo superficial pasa a ser la verdad histórica de la era de la seducción generalizada.
La moda permite que se extienda la controversia pública, la mayor autonomización de los pensamientos y de las existencias subjetivas, es el agente supremo de la dinámica individualista en sus diversas manifestaciones.
domingo, 30 de agosto de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
viernes, 21 de agosto de 2009
FABRE DICE
Jan Fabre
“No creo en las modas, sino en Artaud, la palabra y el movimiento”
Jan Fabre ha conseguido lo que sólo los artistas con un estilo radicalmente personal y diferente logran: toda una cohorte de imitadores. Creador de un mundo estético que bebe de la pintura flamenca y del estudio del comportamiento de los animales, Fabre lleva más de dos décadas creando su propio lenguaje artístico ya sea a través de coreografías, obras de teatro, esculturas, películas y dibujos. El belga ha renovado el término performance y se ha colocado en primera línea de la vanguardia teatral. Eso significa que no siempre sus obras han sido entendidas por crítica y público, y sus detractores son tan numerosos como sus seguidores. El artista llega al Festival de Otoño de Madrid el 19 de octubre para presentar en la Cuarta Pared Cuando el hombre principal es una mujer, un sólo de danza contemporánea sobre la fuerza de la mujer interpretado por la bailarina Lisbeth Gruwez.
Metamorfosis. Esa es una de las ideas que vertebran toda la obra de Jan Fabre. La transformación del cuerpo humano y, sobre todo, animal. Y del alma. En Cuando el hombre principal es una mujer el cambio que sufre en escena la bailarina Lisbeth Gruwez es contrario al que ya experimentó en Mientras el mundo necesite un alma de guerrero, obra de 1999 en la que trabajó por primera vez con el director y donde sufría una transformación escénica de mujer a hombre. En Cuando el hombre... de nuevo la bailarina sola, integrada en una escenografía orgánica que cobra en manos del belga un sentido metafórico y ritual, sufre la transformación inversa.
-Cuando el hombre principal es una mujer es un nuevo solo en el que otra vez el intérprete es una mujer. ¿Qué nuevas ideas respecto a My movements are like Streetdogs y Mientras el mundo necesita un alma de guerrero podemos encontrar aquí?
-Todo surge de una imagen, la de una mujer a la que da cuerpo Lisbeth Gruwez, que se alza como metáfora de una sociedad matriarcal. Gruwez, magnífica bailarina con la que trabajé hace cinco años, era la persona que necesitaba para este proyecto. Ella tiene un aspecto andrógino necesario para la idea que quería representar de cambio, de metamorfosis. Esta obra habla del poder de la mujer, de su fuerza, y del tenso vínculo entre hombre y mujer. En una época en la que las empresas están acabando con los bosques, para mí el aceite es la sangre de la tierra, la esencia de la vida. Por eso he “untado” el escenario y a la bailarina en aceite. Esa imagen está inspirada en los trabajos de Yves Klein, que utilizaba el cuerpo humano como una enorme brocha viviente.
-Las mujeres y los animales parecen ser los mejores intérpretes de sus obras...
-Todo conduce a los animales porque todo tiene una parte animal. Los humanos son animales y los animales pueden ser a veces más humanos que los hombres. Son un ejemplo de vida y mi fuente de inspiración. Sus movimientos han inspirado este solo y muchas de mis obras. Además constituyen una buena metáfora de la sociedad matriarcal.
-Tanto los animales, como el cuerpo humano están muy presentes en sus obras escénicas y plásticas. ¿Qué significados tienen para usted?
-El cuerpo humano es un campo de libertad creadora,un auténtico laboratorio donde se producen procesos químicos sorprendentes; ¡la propia carne es un traje maravilloso! Los animales son los doctores y filósofos más importantes. La forma en que se mueven, sus técnicas de supervivencia, su organización social, sus hábitos sexuales... son realmente un ejemplo del que tenemos que aprender aún muchas cosas.
Con sus primeras obras, Fabre (Amberes, 1958) ya era vanguardia incluso para la vanguardia. En 1982 dejó clara su idea del arte escénico en Es teatro, tal como cabe esperar y prever donde estableció su propio código artístico, que fue una auténtica provocación para la época. Desde entonces y con su compañía Troubleyn ha fundido teatro, danza y artes plásticas en títulos como Iconos brillantes o la polémica Yo soy sangre, su obra más representativa, un poema visual que estrenó en el Festival de Aviñón de 2001 que muchos calificaron de “orgía de sexo y sangre”.
-Usted es coreógrafo, director de escena, artista visual... Parece que los conceptos teatrales tradicionales se le quedan pequeños...
-[Encendiéndose un cigarrillo] Yo me denomino “observador de la belleza”, y de eso se nutren mis textos, mi obra escultórica, mis performances... No me gusta el término multidisciplinar, yo me considero un “artista conciliador” porque todo el arte está interrelacionado y yo sólo me encargo de seguir, conciliar e investigar esos caminos que unen la danza con la pintura, la música con la escultura, etc.
El modelo anatómico
-¿Su visión de la danza y del
teatro influye en su trabajo plástico y viceversa?
-No es que se influyan sino que forman parte del mismo todo unitario, de esas relaciones de las que le hablaba hace un momento.
-¿Cree que la imagen, en la actualidad, es más poderosa que la palabra, que llega a más gente y es más convincente?
-No, en absoluto, si lo creyera así no escribiría textos. Todo depende de la fuerza de las ideas que haya detrás de esa imagen o de esa palabra, pero una imagen por sí misma no vale nada. En mi caso, todo gira en torno al cuerpo, la anatomía, y el espíritu. Pero siempre busco la belleza.
-Usted se ha situado a la cabeza de la resucitada performance, que debe mucho a los accionistas vieneses y que está tan de moda entre los jóvenes creadores europeos. ¿Esta moda acabará con el teatro de texto?¿Cree que la performance llega a un mayor público que el teatro tradicional?
-[Larga calada al cigarro] Eso depende de muchas cosas. Yo no creo en modas, creo en Artaud, en el texto, en los movimientos del cuerpo. Para mí la palabra tiene el mismo valor que la danza, que el movimiento, que lo visual...
-En España el director Rodrigo García realiza un trabajo que él mismo afirma que está muy influido por sus obras. ¿Ha visto alguno de sus montajes?
-No, pero a él le conocí hace poco.
-¿De dónde viene su aliento creativo? ¿Recuerda cuándo y cómo nació el Jan Fabre artista?
-¡Claro! lo recuerdo perfectamente. Yo tenía 16 o 17 años cuando un día en mi casa, aprovechando que mi madre estaba fuera, empecé a hacer pinturas de animales, de partes del cuerpo, a las que le fue añadiendo distintos elementos, como alas de insectos, ropajes... como si de un Frankenstein se tratase.
-La cultura oriental parece influir cada vez más en creadores de Europa y América como Robert Lepage, Peter Brook, Bob Wilson, etc. Sin embargo, usted ha escapado a su influjo. ¿Cuáles son sus referencias artísticas?
-Toda la pintura flamenca, desde Van Eyck hasta Vermeer, El Bosco...
-Usted ha colaborado con artistas como John Berger. ¿Qué tipo de relación se da entre ustedes?
-John Berger es un gran filósofo y escritor. Nos admiramos mutuamente y de eso se nutren también nuestras obras.
Itzíar DE FRANCISC
lunes, 6 de julio de 2009
Solo tengan relación con lo que aman
Yo abogo por relaciones moleculares con los autores que leen. Encuentren lo que les gusta, no pasen jamás un segundo criticando algo o a alguien. Nunca, nunca, nunca critiquen. Y si los critican a ustedes digan: “De acuerdo” y sigan, no hay nada que hacer. Encuentren sus moléculas. Si no las encuentran, ni siquiera pueden leer. Leer es eso, es encontrar vuestras propias moléculas. Están en los libros. Vuestras moléculas cerebrales están en los libros. Yo creo que nada es más triste en los jóvenes en principio dotados que envejecer sin haber encontrado los libros que verdaderamente hubieran amado. Y generalmente no encontrar los libros que uno ama, o no amar finalmente ninguno, da un temperamento…y de golpe uno se hace el sabio sobre todos los libros. Es una cosa rara. Nos volvemos amargos. Ustedes conocen la especie de amargura de ese intelectual que se venga contra los autores por no haber sabido encontrar a aquellos que amaba…el aire de superioridad que tiene a fuerza de ser tonto. Todo eso es muy enojoso. Es preciso que, en última instancia, sólo tengan relación con lo que aman.
Gilles Deleuze
jueves, 2 de julio de 2009
miércoles, 1 de julio de 2009
SACHA
Me siento atraída espontáneamente por todo lo bello.
¿La moda? Sí. Me encanta la moda.
Por eso creo que el nazismo es “más sexy” que el comunismo.
Como decimos, ¡el único comunista elegante es un comunista muerto!
La fantasía necesita detalles.
Si sos idealista, vas a ver idealismo en mí.
Si sos clásico, vas a ver una oda al clasicismo en mí.
Si sos Neo Nazi...
TODOS: MIEDO SUBLIME
Estamos acá para agradecer a nuestro amado gobierno que nos ha enseñado cómo temer, pero sobre todo ¡cómo usar el miedo!
¿Qué serían nuestras vidas sin este instinto humano tan básico?
El miedo produce trabajo. Sin miedo: no hay guerra, no hay empleos.
No habría oportunidad de ver el mundo para nuestros queridos hijos e hijas.
Y gracias al gobierno tenemos áreas residenciales completamente protegidas por muros de concreto donde nuestros amados ciudadanos mayores, junto con flamencos rosados y sus nietos pueden vivir pacíficamente sin pobres, sin delincuencia, sin homosexuales…
Y nosotros estamos agradecidos de que ahora podamos comprar edificios nuevos “paraísos de miedo” por todo el mundo.
¡Digamos gracias por el miedo! ¡Sin miedo podríamos no estar a salvo!
A salvo de cosas como el amor. El disfraz de amor es malvado.
Con miedo podemos ser desconfiados y la desconfianza crea seguridad.
Todos debemos hacer sacrificios, así tendremos el privilegio de vivir en esta limpia, segura y confortable tierra. ¡Asi que, vengan todos!
Agradezcamos a este instinto humano tan básico. ¡Miedo sublime!